Verano de 2000. Farinós y Gerard abandonan el Valencia. Su marcha llena de dinero la caja fuerte del club pero deja cojo el centro del campo de los de Cúper. Hay que reaccionar. Dos nombres se plantean como alternativas para recomponer la que había sido la mejor medular de Europa: Makelele y Baraja.
El francés era una de las sensaciones del Celta. Un equipo bien armado en ataque, vistoso y muy alegre. Makelele era el orden, el sacrificio por el colectivo, corría por los demás como nadie. Un destructor con clase, pero ya. Ni creaba, ni era un superdotado de los desplazamientos en largo.
Rubén Baraja, por otro lado, venía de descender con el Atlético de Madrid. Una temporada desastrosa de los rojiblancos que además perdieron la final de Copa precisamente en Mestalla. Baraja había marcado tres goles en Liga y no había explotado en el Calderón.
Sobre la mesa dos jugadores, dos estilos, y lo que es más importante, aunque en aquel momento nadie lo sabía, estaba en juego el futuro del Valencia. En el club iniciaron conversaciones con el Celta y el francés. Todo estaba encauzado, listo para llegar a buen puerto, hasta que se entrometió el Real Madrid. Ante la llamada del conjunto merengue, Makelele rechazó firmar por el Valencia y recaló en la capital de España.
Acto seguido Jaime Ortí, vicepresidente de la entidad, declaró en un soberbio alarde de lucidez que el club estaba "barajando" otras opciones. Los contactos con el conjunto colchonero comenzaron, pero la respuesta de Gil Marín era siempre la misma: "Os vendo a cualquier jugador menos a Rubén".
Y tenía razón. No lo vendió. El Valencia pagó la cláusula de 2.000 millones de pesetas y se llevó al futbolista. Acababa de fichar al mejor centrocampista de su historia. Pero no lo sabía.
Pensar qué hubiese sucedido si el fichaje hubiese sido Makelele y no Baraja es un ejercicio de fútbol ficción. Pero se antoja complicado que todos los títulos que se sucedieron en el Valencia hubiesen llenado sus vitrinas.
Y pensar que estuvieron a punto de llevarse a Makelele...
2 rajes:
Lo siento, pero Makelele era un jugadorazo, no te llegaba con todo lo que cortaba? Mediocampo de 2, Makelele al corte y Mazinho a la distribución en el celta esa temporada....como para pedir más. Aquello jugaba solo.
Makelele era muy bueno, pero muy distinto a Baraja. En ningún momento he puesto en duda ni su calidad ni el buen centro del campo de aquel Celta.
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