Que por fin sea verdad

Hace tiempo que, en el mundo del fútbol, no me paro a escuchar las ruedas de prensa. Son minutos prescindibles de la vida. Los que tienen algo que contarnos no nos lo van a contar, así que prefiero no perder el tiempo creyéndome su versión de los hechos. 

La mayoría de los jugadores que se ponen delante de un micrófono nos inundan de la más insípida nada con su verborrea programada. Se esfuerzan por pasar desapercibidos con tópicos y paja o por escupir lo que la gente quiere escuchar. Son pocos los que se expresan tal y como piensan, pocos a los que da gusto escuchar, los que comunican más que dicen.


Por eso, es imposible saber si las declaraciones de los futbolistas (y entrenador) del Valencia, que se han empeñado en repetir que esta vez sí van a Barcelona con la convicción de sacar un buen resultado, son verdad o un curso acelerado de engaño. A veces hacer caso a Emery es como seguir creyendo en los Reyes Magos.

Y es que no me fío porque hace ya algunas temporadas que los de Mestalla no se sienten capaces de medirse de igual a igual a los equipos más fuertes. No me lo creo porque estamos acostumbrados a que visitar el Nou Camp o el Bernabéu sea una jornada de descanso.

No me creeré la ambición que han derrochado en la sala de prensa hasta que la demuestren en el campo. Para hacerlo no es necesario ni ganar ni empatar. Para conseguirlo, más allá del resultado, hay que transformar la mentalidad segundona en personalidad. Las palabras se las lleva el viento, pero la pelota no miente. De lo contrario no habrá sido más que otra campaña sin fundamento para que los aficionados se ilusionen con un futuro mejor, pero al fin y al cabo una mentira más.

3 rajes:

CHEdigital blog dijo...

Lo comparto en su totalidad. Como dije en mi blog, que las palabras no se queden en declaraciones "tribuneras", hay que demostrarlo en el campo.

Lobo dijo...

Unai es un caso clarísimo de vacuidad en sus declaraciones en rueda de prensa, piensa tantoen no ofender a nadie y decir lo correcto que acaba no diciendo nada, palabras huecas. Sin embargo la declaración de vamos a ganar y es un farol' me ha parecido perfecta, valiente, sobre todo si, como dices, no es sólo una pose. Y algo me dice que para que Unai desafíe así al Barça debe estar muy seguro de sí mismo y de los suyos, o eso o es un temerario diciendo algo que, caso de derrota vergonzosa, se le puede volver muy en contra.

Esteban Fernández dijo...

Diría que al final no iban de farol, pero fueron incapaces de mantener el espíritu durante todo el partido. Un equipo mentalmente fuerte no se puede venir abajo por un gol.