Cañizares, como Zoff

Lo reconozco, Cañizares es una de mis debilidades futbolísticas. Siempre he confiado en él y le he defendido. Me gusta su actitud y su comportamiento en el campo porque los porteros son diferentes, son almas en pena que sólo a veces participan en el juego.

Considero a Cañete el mejor portero de la historia del Valencia junto con Eizaguirre. Tiene en su poder 4 trofeos Zamora y eso son palabras mayores. Por eso cuando se habla de su renovación me posiciono claramente en el SÍ.

El nombramiento de Amedeo Carboni suponía, además de un riesgo, un problema. El italiano debía negociar los nuevos contratos de los que hasta hace bien poco eran sus compañeros de vestuario.

En el funcionamiento diario de una plantilla de 25 jugadores, no todos tienen porqué llevarse bien. Es lícito y normal que dos personas no conecten.

En el asunto Ayala que nos ha invadido este verano, nos encontramos con que ambos se respetaban como compañeros pero no compartían amistad. Éste es el peligro que corre el Valencia con la renovación del guardameta de Puertollano, puesto que se trata de una situación calcada.

Por eso mismo, debería ser Soler el encargado de llevar las negociaciones con Cañizares. Cierto es que se trata de desacreditar a Amedeo Carboni, puesto que es la labor propia del director deportivo, pero el presidente ya tuvo que intervenir a última hora para arreglar el tema Ayala. Carboni, por supuesto, se quedó al margen.

Santiago Cañizares no es un futbolista cualquiera en el Valencia del mismo modo que no lo era Ayala. Tratarlo así sería no atenerse a la realidad. Cañizares ha hecho méritos suficientes como para ganarse un buen contrato. Un rendimiento espectacular que le permitiría acabar su carrera a los 40, tal y como lo hizo Dino Zoff.