El peligro de meterse en casa ajena

Ser sincero muchas veces conlleva problemas porque esta sociedad no está preparada para la verdad. Eso mismo es lo que le ha pasado a Quique Sánchez Flores cuando intentó describir la situación del Real Madrid en una entrevista concedida a una emisora catalana.

El entrenador del Valencia se metió en un charco al analizar la mala situación del conjunto de la capital estos últimos años, la cual calificó de "travesía por el desierto" en la que los blancos devoran entrenadores e ideas.

Además habló sobre tres jugadores de los merengues. A Raúl le calificó de "discutido" -ahí no hay duda de que tiene razón-, de Casillas dijo que va por libre -no sé muy bien a qué se refiere- y de Guti que es un "marginado" -no creo que esa palabra le guste mucho al madridista-.

De todas formas aún recuerdo cuando Vicente del Bosque, ese entrenador tranquilo, sosegado y que evitaba toda polémica, se atrevió a hacer de técnico del Valencia al hablar acerca de la suplencia de Aimar o el Kily.

Personalmente pienso que esas declaraciones podría habérselas ahorrado el técnico del Valencia. Nunca es bueno "atacar" a un rival directo y menos si es tan fuerte como el Madrid.

Entre otras cosas puedes despertar a un gigante dormido o tirarte encima a todo el rodillo mediático que rodea al conjunto de Capello. Otra cosa es que tenga o no tenga razón en sus palabras.