En el mismo escalón que el Barcelona (1-1)

De igual a igual. No con el mismo estilo, pero sí con el mismo resultado, todos los caminos llevan a Roma. Villa sigue la estela de Claudio López y Valdés la de Hesp. De nuevo el '7' del Valencia es maldito para los culés, que han sido incapaces de parar al Guaje.

Primera parte de lujo, presión excelente en la medular y salida rápida al contragolpe que convirtió al Barcelona en un equipo sin ideas que sólo inquietaba a balón parado. Deco probó fortuna desde fuera del área, pero esta vez los rebotes no sonrieon al portugués.

La segunda parte fue completamente distinta a la primera. Los catalanes, como era de esperar, se echaron al ataque en busca del empate y lo consiguieron demasiado pronto. A partir de ese instante los de Quique no aprovecharon los espacios que dejaban los locales para trenzar un contraataque mortal. Ni se acercaron por la portería de Victor Valdés.

A pesar del dominio del Barcelona en el segundo acto, los de Rijkaard no tenían las ideas claras, en gran medida debido a la fantástica actuación de la defensa valencianista.

La sensación que dejó el partido de ayer es que el Barcelona y el Valencia son equipos que se la van a jugar de igual a igual en un futuro. Dos escuadras muy sólidas llamadas a llevar la batuta del fútbol español.

Como dijo Quique en la rueda de prensa, es un empate completamente distinto al de la temporada pasada. Se ha visto a un Barcelona similar, pero a un Valencia superior que ha sido capaz de subir un escalón un año después.

Tuve la oportunidad de viajar para comentar otra vez el partido para 'Locos por el fútbol'. Seguramente sea mi última salida de esta temporada y me escuece, porque acompañar al equipo en sus partidos es el caviar de la profesión.

Lo primero de todo es observar el campo del Barcelona vacío y admirar su inmensidad. Desde fuera parece poca cosa, pero el hecho de que esté hundido engaña a más de uno.



Es tradicional ya escuchar el himno del Barcelona cuando los dos conjuntos saltan al césped del Nou Camp, no se puede comparar el ambiente con el vivido en Atenas, pero también fue bonito ver el estadio lleno y animando en muchas fases del partido.



Por último, el comienzo del choque, un encuentro con alternativas, disputado y vibrante. En definitiva, un partido que no decepcionó.