Pesadilla en Belfast

Yo esto ya lo he vivido, me suena mucho haberme encontrado en una situación parecida. Este sentimiento de incredulidad dolorosa ya lo había padecido antes, pero no me acuerdo cuándo. ¡Ah sí, fue en aquella desastrosa noche de verano en la que Chipre acabó con Javier Clemente y con un trocito del orgullo de todos los españoles!

A pesar de que no pensaba escribir sobre la selección dado mi desencanto, me he convencido a mí mismo de que no podía sentir indiferencia porque es el mismo equipo que me ilusiona cada dos años –aunque no lo creáis soy de los que se niega a vivir una Eurocopa o un Mundial sin ilusión-, es mi país, mi bandera, mi himno, es mi España y no puedo dejarla sola.

Me preocupa mucho lo vivido anoche en Belfast. Me preocupa porque soy español y amante del fútbol. Me preocupa porque es mi selección y mi país. Me preocupa porque me representa allá por donde va. Me preocupa porque han secuestrado a la Roja.


Me gustan los hombres de palabra y fieles a un estilo. Luis Aragonés no me gusta, porque ni ha sido fiel a su palabra ni ha mantenido el estilo: anunció a los cuatro vientos que se marcharía si no llegaba a semifinales en el Mundial de Alemania, y nos volvimos en octavos, cambió el sistema de juego de la selección dos semanas antes del comienzo del campeonato y, sobre todo, claudicó ante la presión de algunos.

El pasado Mundial fue el de los Gatussos y Makeleles, y España jugó sin Albelda, ahora que el torneo ya se ha acabado parece que es cuando Luis se da cuenta de su error, demasiado tarde. Continúa empecinado en que Sergio Ramos juegue de carrilero diestro cuando en su equipo no juega ni de lateral. Se niega a reconocer que Puyol y Pablo no están a su mejor nivel. Convoca a Marchena como si se tratase de su hijo, y así podríamos seguir hasta cansarnos.

Lo que más me duele de todo es que lo vivido al comienzo del Mundial no fue más que un espejismo, una alucinación, o un momento de inspiración de los futbolistas. La selección se vició tras el campeonato y el técnico no cumplió su palabra, la Federación le renovó y “el que siembra recoge”.

Luis debe dimitir, aunque es un verbo que se dice mucho pero no se utiliza nunca, tal y como hizo Javier Clemente hace ya ocho años.

Mal haríamos en pensar que su sustituto pasa por rebuscar en el baúl de los recuerdos o por colocar a un técnico elegido a dedo entre la prensa de Madrid, eso sería retroceder en el tiempo. A pesar de que algunos no se den cuenta, hay mucho en juego. Tanto como la presencia de España en la Eurocopa de Austria y Suiza.

5 rajes:

hoeman dijo...

Demasiados cosas funcionan mal en tdo este circo, asi que toca protestar, resignarse porque no te hacen ni caso y apoyar al equipo de tus amores, el Valencia. Al resto que les den!

ER JAVIER dijo...

mal partido ayer de nuestra selccion pero no supimos para a healy ni a davis.
duff subia como una flecha por la banda y el otro dleantero(no recuerdo sunombre) Lefferty puede ser...le busaban por alto ..abra que cambiar muchas cosas

que te parecio ayer el degfensa hugues??

CHEdigital blog dijo...

Yo de todo esto me quedo y me importan dos cosas.
1. La lesión de Albelda, recordemos que no hay nadie que juegue en la posición de Albelda,por lo menos que sea su posición "natural"
2.El desgaste al que sometieron a Villa mientras Torres fue cambiado.
Lo demás, más de lo mismo

Esteban Fernández dijo...

Pero si pedimos que Villa sea el delantero de la selección no podemos quejarnos ahora de que no le sustituyan.

Lo de Albelda es una putada pero no es culpa de la selección, es culpa de la FIFA.

hoeman dijo...

@ chedigital

Yo pondría a Marchena en el puesto de Albelda, pienso que hasta puede rendir más que de central.