El recorrido del Valencia por la Copa del Rey en los últimos 8 años nos ha dejado menos partidos de los que hubiésemos deseado, y dos visitas a tierras andaluzas, cada una con un final bien distinto, pero ambas han quedado grabadas en la memoria del aficionado valencianista.
Cada vez que escuchamos el nombre del torneo del KO nos acordamos de aquella noche en Sevilla y suspiramos por que se repita. Entonces éramos unos novatos y ganar se nos quedaba grande, no sabíamos ni cómo se hacía.
El equipo de Ranieri tenía el 26 de junio de 1999 el complicado reto de convencer a toda una generación de que el Valencia también ganaba títulos, de que las batallitas que les contaban sus padres y abuelos no eran mentira.
Los "soldados" de Claudio Ranieri tumbaron con tres zurdazos al Atlético y pusieron los cimientos de un Valencia campeón en España y en Europa.
Miles de seguidores blanquinegros habían deambulado incluso por el desierto de la Segunda División y un título de su equipo les despertó de la eterna pesadilla. Fue una noche de explosión y de alivio. Un bálsamo para el palmarés olvidado de un histórico de España.
Esa victoria aportó convicción en un estilo y la confianza de que las cosas se estaban haciendo bien. No era descabellado mirar más alto, tocar el cielo y plantarle cara a los más grandes.
El partido de Sevilla fue el comienzo del camino, el inicio de una peregrinación hacia el mejor Valencia de la historia. El Valencia del Dobete.
COMUNICAT ÚLTIMES VESPRADES A MESTALLA
Hace 1 mes
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